El regalo más grande que me he otorgado para volver a amarme y compartirme en amor con los demás. Durante el MMP, mi vida y la vida en sí tuvo un sentido más grande, significativo y profundo, que tras años de amargura no había  podido comprender. Me fueron entregados recursos fundamentales para entender la verdadera esencia de mi ser en el  amor, la presencia y protección que soy, superando mi ego, para entrar en el dominio de la conciencia experimentando de nuevo confianza, verdadera plenitud y gozo. Elegí el camino de la vida, no el de la víctima, ahora vivo la historia que me quiero contar, no la que me había resignado a vivir. El MMP fue un poderoso salvavidas, fue el gran rescate.